La Gracia te busca pero no te encuentra
Sin humildad no viene ninguna clase de gracia. ¡Y es que muchas veces la Gracia te busca, pero no te encuentra, porque no eres humilde!
Cualquier momento histórico tiene motivos para hacerte más juicioso. “Todos los siglos han estado llenos de infames, pero los infames de nuestra época han llenado los Cielos de santos”. No se trata sólo de sufrir, sino de preguntarse: “¿Qué hago aquí?”, “¿Cuál es la razón de mi existencia en este mundo?”. Como dicen también algunos poetas paganos: “Si la vida se termina en la sepultura, entonces no somos nada”. Por eso, piensa siempre en lo que hay más allá del sepulcro, como la mejor lección que podrías aprender. Y aquí entra también la humildad, para que la Gracia Divina descienda hasta donde estás. Porque, sin humildad, no viene ninguna clase de gracia. ¡Y es que muchas veces la Gracia te busca, pero no te encuentra, porque no eres humilde!
(Traducido de: Ieromonah Benedict Stancu, Iată duhovnicul: părintele Arsenie Papacioc, vol. 2, Editura Sophia, București, 2006, p. 53)