La humildad, condición esencial para la salvación
“Si no hay humildad en tu corazón, hermano, entiende que lo que hay ahí es solamente orgullo”.
¡Hijo, piensa que solamente tienes el tiempo de esta vida! Así, con devoción, guiado por el deseo de estar con los ángeles en el Cielo, busca la forma de hacerte humilde, porque solamente así podrás darle valor a todas las bellezas que se te otorgaron, para que esas riquezas espirituales no sean la causa de tu condena al fuego eterno. No olvides, hijo, que, si piensas que Dios podría venir a llevarte en cualquier momento, ese mismo pensamiento te enseñará qué hacer, sabedor de que “ahí donde te encuentre Cristo (cuando mueras), ahí mismo te juzgará”.
¡Sin humildad no existe ninguna posibilidad de salvarnos! Y “si no hay humildad en tu corazón, hermano, entiende que lo que hay ahí es solamente orgullo”. ¿Ves lo poco que nos pide el Señor para heredar Su Reino? ¡Humildad, humildad, y más humildad!
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ed. a 2-a, vol. 1, Editura Mănăstirea Sihăstria, Vânători-Neamț, 2010, p. 17)