La luz de Cristo en la oscuridad del infierno
“Para que ante Él se doble toda rodilla de los vivos y de los que están más abajo”. Así fue como liberó a los que estaban encadenados desde hacía siglos y nuevamente volvió de entre los muertos, para abrirnos el camino a la resurrección.
El alma deificada desciende al infierno, para que, tal como para los que estaban en la tierra salió el sol de la justicia, brille también la luz para aquellos que están debajo de la tierra, en la oscuridad y la lobreguez de la muerte. Esto, para que tal como anunció la paz para los vivos, la libertad de los esclavos y la vista para los ciegos, y para quienes creyeron se hizo motivo de salvación eterna, y para los que no creyeron, castigo de la incredulidad, lo mismo fuera válido para quienes estaban en el infierno.
“Para que ante Él se doble toda rodilla de los vivos y de los que están más abajo”. Así fue como liberó a los que estaban encadenados desde hacía siglos y nuevamente volvió de entre los muertos, para abrirnos el camino a la resurrección.
(Traducido de: Sfântul Ioan Damaschin, Dogmatica, traducere de Pr. Dumitru Fecioru, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, București, 1943, p. 127)