Palabras de espiritualidad

La Madre del Señor es el don de Dios para la humanidad

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

La Madre del Señor es lo mejor que los hombres pudieron darle a su Creador; en ella, el vaso de la santidad, se realizó ese “compromiso” entre las dos naturalezas —divina y humana—, en la persona del Hijo de Dios encarnado.

La Natividad de la Madre del Señor marca el comienzo de un nuevo modo de nacimiento, el nacimiento en Dios o “en el Espíritu”, del cual nuestro Señor Jesucristo le habló a Nicodemo (Juan 3, 5-6). Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la Madre del Señor es la respuesta de Dios a las perseverantes plegarias de sus padres; aun más, ella es el don de Dios para la humanidad, siendo la realización de las promesas que el Padre celestial les hizo a nuestros proto-padres (Génesis 3, 15).

Al mismo tiempo, la Madre del Señor es lo mejor que los hombres pudieron darle a su Creador; en ella, el vaso de la santidad, se realizó ese “compromiso” entre las dos naturalezas —divina y humana—, en la persona del Hijo de Dios encarnado.

Ella es la pila bautismal en la cual la naturaleza humana se unió con la naturaleza divina, en la persona del Hijo encarnado, Dios y Hombre. El tropario de esta festivdad comprende la siguiente verdad. “Tu nacimiento, oh Theotokos, anunció con júbilo a toda la humanidad, que de ti habría de amanecer el Sol de justicia, Cristo Dios nuestro. Y destruyendo la maldición, dio bendición. Destruyendo la muerte, nos otorgó la vida eterna”. Esta es la razón por la cual Dios respondió con sabiduría a la petición de sus ancianos padres, cumpliendo así las antiguas palabras de los profetas, comprendidas en los versos: “la santa montaña se constituye en vientre, la divina escalera se eleva, el trono del Rey se prepara, el lugar visitado por Dios se embellece, la zarza ardiente empieza a retoñar y la vasija que contiene la mirra de santidad hace que broten ríos que disipan la esterilidad de la juiciosa Ana” (Vísperas del 9 de diciembre).

(Traducido de: Calinic Botoșăneanul, Maica Domnului în lumina Sfintei Scripturi și a Sfintei Tradiții  O sinteză pentru omul grăbit, Editura Pars Pro Toto, Iași, 2014, pp. 30-31)