La Madre del Señor está permanentemente junto a nosotros
La Madre del Señor está permanentemente junto a nosotros, aunque solemos olvidarlo.
La Santísima Madre ora incesantemente por nosotros y está a nuestro lado. Cada vez que la buscamos desde el corazón, la encontramos inmediatamente. Ella sola, después del Señor, es la protectora de nuestro pueblo. ¡Cuántas iglesias hay en el mundo entero, dedicadas a Ella! ¡Qué cantidad de manantiales de sanación hay, allí en donde Ella se ha mostrado y ha bendecido el agua, para que los enfermos sanen! Ella está permanentemente junto a nosotros, aunque solemos olvidarlo.
Podría suceder que nos abandonen nuestros familiares más cercanos. Porque todos tenemos debilidades y usualmente herimos a los que nos quieren, por no decir a todos los demás. Así que, debido a nuestros errores, puede que ellos comiencen a despreciarnos y a rechazarnos. Talvez nos perdonen, pero seguirán ofendidos. ¿Es el caso del Señor y de Su Santísima Madre? ¡Cuántas veces entristecemos, con nuestra falta de perseverancia en esta vida, al Señor y a la Santísima Virgen... pero cuando volvemos a ellos de corazón, nos lo perdonan todo!
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Cum îți sunt gândurile așa îți este și viața, traducere de Valentin Petre Lică, Editura Predania, București, 2006, p. 133)