La “Oración de Jesús” es una labor común entre los hombres y los ángeles. Ciertamente, con esta oración los hombres se aproximan raudos a la vida de los ángeles. Esta oración es manantial de toda virtud y aparta una gran cantidad de las pasiones del hombre. Entonces, hermano, hazla tuya, y antes de que mueras tu alma resplandecerá como los ángeles. Esta oración es un júbilo divino. Esta oración es la única espada cuyo valor es imposible calcular.

No hay otra arma que pueda destruir con tanta fuerza a los demonios: ella los abrasa, tal como el fuego calcina las malezas. Esta oración es como un fuego que inflama al hombre entero y lo llena de un gozo indescriptible, llevándolo a olvidarse de esta vida presente y despreciar las cosas del mundo como si fueran ceniza y desechos.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski de la Neamț, Crinii țarinei sau Flori preafrumoase adunate pe scurt din Dumnezeiasca Scriptură, Editura Bisericii Ortodoxe din Moldova, Orhei, 1995, p. 16)