La oración del cristiano por su semejante es de gran ayuda, especialmente la oración del sacerdote o la del sacerdote junto a toda la comunidad reunida en la iglesia. Todos los cristianos que tienen una fe poderosa y se dirigen a Dios con valor, pueden realizar milagros.

Y si a esto se le agregamos el amor más ferviente, veremos cómo hay mamás que son capaces de sanar a sus hijos, con la oración dirigida desde su corazón a nuestro Señor Jesucristo y a la Madre de Dios. Conocemos ejemplos de madres piadosas que protegen a sus hijos, orando, ayunando y practicando la misericordia con los demás. Estas mamás obran verdaderos milagros.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, 105 capete despre minuni, tradusă de Părintele Victor Manolache, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2011, p. 56)