La oración y su naturaleza
La oración es el pegamento espiritual que no sólo acerca al hombre a Dios, sino que lo adhiere a Él.
Todas las virtudes, como la fe, la esperanza, la continencia, la pureza, la mansedumbre, la paciencia, el equilibrio, la templanza, la generosidad, etc., acercan al hombre a Dios. pero la oración no sólo le acerca a Él, sino que también lo adhiere a Dios, haciéndole un sólo espíritu con Él. Veamos el ejemplo de un carpintero: cuando hace una puerta o un ropero, utiliza cada una de sus herramientas, como el martillo, la sierra o el escoplo, creando las distintas piezas del mueble que está haciendo y ajustándolas entre sí. Pero, la puerta no resistirá si no une las partes con cola. Podría ocurrir que, al secarse las madera de las piezas, el mueble termine estropeándose. Pero, poniéndole cola, se hace más resistente, como si fuera de una sola pieza. Quien sea carpintero entenderá lo que digo. Toma una regla y la cepilla despacio, después otra, y otra... luego las clava juntas. Finalmente, las une con cola y espera un par de días. Después, las cepilla otra vez y observa, satisfecho, que casi no se nota el sitio en donde unió una regla a la otra. El pegamento parece haberlas hecho una sola. Del mismo modo, la santa oración hace que el hombre se adhiera y se una a Dios, en tanto se lo permite su naturaleza humana. Luego, la oración es el pegamento espiritual que no sólo acerca al hombre a Dios, sino que lo adhiere a Él.
(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa - 15, Ed. Mănăstirea Sihăstria, 2006, p. 42)