Palabras de espiritualidad

La plaga del pecado

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Me alegro, me regocijo y junto mis manos cuando pienso en el auxilio divino que, por la voluntad del Creador, se nos ofrece cual don del Redentor y Dios de todo el género humano.

Me siento muy triste, lloro y suspiro por causa de la terrible plaga de pecado que corrompe a la humanidad y la lleva a una indecible perdición, a una perdición que toma incontables formas y que es irreversible. Lloro y suspiro pensando en el engaño del pecado, que mantiene prisionera a la humanidad y la somete, al punto de hacerla sentirse orgullosa de su propia esclavitud y buscar consuelo en sus cadenas, como si le fueran de algún provecho. Pero, al mismo tiempo, me alegro, me regocijo y junto mis manos cuando pienso en el auxilio divino que, por la voluntad del Creador, se nos ofrece cual don del Redentor y Dios de todo el género humano por medio de Su Iglesia, fundada en este mundo para ofrecernos la salvación de la prodigiosa Gracia.

(Traducido de: Ioan de Kronștadt, Liturghia – cerul pe pământ, Editura Deisis, 2002, p. 86)