Palabras de espiritualidad

La responsabilidad del cristiano, especialmente del que es padre de familia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

De día y de noche, esa ha de ser su primera preocupación, tal como el capitán de un navío no busca salvar su propia vida antes de haber salvado primero a todos los que están a bordo con él.

A quien ora solo por sí mismo, ¡Dios no lo escuchará jamás! De hecho, el fariseo no es el único a quien no escuchó. Dios nunca atenderá semejantes plegarias. El Señor lo dice aún más claramente: “Quien quiera salvarse solo a sí mismo, no se salvará”.

La “cabeza de la familia” es aquel que se sacrifica por la salvación de todos los miembros de su hogar, de quienes es responsable. El Señor se ofreció a Sí Mismo por todos los miembros de Su Iglesia. Por eso, el Señor es la Cabeza de la Iglesia, porque se sacrificó por todos. Del mismo modo, el deber del padre en el hogar, ya que es la “cabeza de la familia”, es sacrificarse —enseñando primero a su esposa, a sus hijos, a sus padres, a sus hermanos— lo que cada uno tiene que hacer para que todos se salven.

De día y de noche, esa ha de ser su primera preocupación, tal como el capitán de un navío no busca salvar su propia vida antes de haber salvado primero a todos los que están a bordo con él.

(Traducido de: Părintele Adrian FăgețeanuViața mea. Mărturia mea, interviuri de Andrei Dârlău, volum coordonat de Ciprian Voicilă, Editura Areopag, București, 2011, p. 59)