La rutina y sus efectos devastadores en el matrimonio
Podría decir que se trata de un arte, el arte de mantener el entusiasmo, la intensidad.
¿Cómo mantener vivo el entusiasmo y el afecto de los primeros días?
Ambos esposos deben tener esa cualidad que los lleva a ver, en el otro, a Dios mismo. Si ante nuestros ojos nuestra esposa o nuestro esposo se hiciera transparente, y fuéramos capaces de ver a Dios en ella o en él, entonces aquel entusiasmo no desaparecería jamás. Si no lo hacemos, todo se vuelve más difícil, sobre todo si interviene la rutina. Y es que la rutina es, para el matrimonio, lo que el óxido para el metal. ¿Y qué decir de los celos? El óxido del amor. Evitaremos los devastadores efectos de la rutina solamente si pensamos en perspectiva; si no, veremos cómo la vida pasa rápidamente y con ella los momentos bellos. Luego aparecen los problemas, las frustraciones, etc. Podría decir que se trata de un arte, el arte de mantener el entusiasmo, la intensidad.
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, Sibiu, 2011, p. 152)