La silenciosa santidad de la Santísima Virgen y de todas las mujeres que la han imitado
No se han conservado textos escritos por las mujeres santas. Y esto, no porque su santidad haya sido inferior a la de los hombres santos —porque incluso ellas son muchas más en número—, pero es que las mujeres santas solían llevar una vida discreta, silenciosa, guardando en misterio su pureza espiritual.
“Dios glorificó a la Madre del Señor y la mantuvo en secreto, en silencio. El misterio de la Madre de Dios es el del silencio. Por eso, Dios no inspiró a nadie para que hablara de su vida terrenal. Pero la Iglesia siempre la ha exaltado”.
“No se han conservado textos escritos por las mujeres santas. Y esto, no porque su santidad haya sido inferior a la de los hombres santos —porque incluso ellas son muchas más en número—, pero es que las mujeres santas solían llevar una vida discreta, silenciosa, guardando en misterio su pureza espiritual. La Madre del Señor recibió un gran don de Dios. No tenemos ninguna revelación que provenga de la Madre del Señor, pero sabemos que tiene una Gracia sin par, y la Iglesia la siente, como todos aquellos que oran a la Santísima Madre del Señor”.
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București, Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, pp. 332-333)