1.La verdad es existencia viva.

2. La iniciativa del hombre hacia la Verdad es despertada también por Dios.

3. Los hombres son las ovejas más difíciles de pastorear. No todos son ovejas: también hay carneros y cabras. En el mundo actual, las ovejas están mezcladas con las cabras. No hay nada más dispar que la opinión de los hombres acerca de la verdad. ¿Quién podría decir que la verdad es culpable de todo esto?

Dios conocía esa debilidad del hombre, de sus problemas para conocer la verdad pura, por eso le otorgó a la Iglesia y a sus servidores legítimos —solo a ellos— el cuidado de enseñarla.

4. “La Escritura no debe interpretarse como le apetezca a cada quien”, decía el Santo Apóstol Pedro.

La verdad no se presenta tal como cualquiera podría figurarse ilusamente. El cristianismo no es eso que cualquier necio pueda retorcer de la verdad.

5. El pecado más grave, eternamente sin perdón, es el estado del hombre opuesto a la verdad.

(Traducido de: O sinteză a gândirii părintelui Arsenie Boca în 800 de capete, ediţie electronică)