La vida del hombre, como una flor del campo
Todas las bondades de aquí existen hoy, pero mañana no; hoy la flor es hermosa, pero mañana será ya polvo.
Debemos hacernos humildes y trabajar nuestro cuerpo con la abstinencia, evitando consentirlo con cosas agradables, para poder ser dignos del Reino de los Cielos. Allí vivirás junto a los Santos Apóstoles, Profetas, Mártires, legiones de ángeles y arcángeles. Luego, esfuérzate, para unirte a ellos desde aquí, por medio de un adecuado estado de corazón.
Vive en oración y en petición, no en el ocio y en compañía de quienes hablan bajezas.
¿Hasta cuándo viviremos atados a lo vacío del mundo y a las preocupaciones de esta vida? ¿Cuándo elevaremos de nuevo nuestros ojos al cielo?
¿Acaso no es un sueño esta vida, acaso no es sólo sombra, hierba que se marchita y un cuento falso?
Todas las bondades de aquí existen hoy, pero mañana no; hoy la flor es hermosa, pero mañana es ya polvo.
(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 148-149)