Las tres llaves de nuestro corazón
Cierto misionero decía que Dios nuestro Señor utiliza tres llaves para abrir el corazón de los hombres y despertarlos del sueño del pecado.
Cierto misionero decía que Dios nuestro Señor utiliza tres llaves para abrir el corazón de los hombres y despertarlos del sueño del pecado.
La primera llave es una de plata: las prédicas y homilías que el pecador escucha en la iglesia y fuera de ella, las oraciones que se hacen por él, los consejos y exhortaciones que recibe.
Cuando esta llave no consigue abrir el corazón, entra en acción la segunda, que es de hierro: los sufrimientos y las pruebas. Mas cuando esta tampoco logra su cometido, aparece la última llave.
Se trata de una hecha de oro puro: es la llave del don y la gracia del Espíritu Santo.
Y si aún así no cede el corazón del hombre, puede que esté perdido ya para siempre.
(Traducido de: Preot Iosif Trifa, Oglinda inimii omului, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2009, p. 35)