Lo que nos ayuda a mantener pura nuestra alma
Estos aspectos conforman las “redes” que le ayudan al hombre a impedir que a la casa de su alma entren los placeres y los pecados.
La casa espiritual de nuestra alma debe tener una red en las ventanas, tal como las ventanas del templo de Salomón también tenían un enrejado para impedir la entrada de cualquier insecto impuro (Génesis 27, 4). Este es un asunto místico, porque nos da a entender que, quien quiera impedir que a la casa de su alma entre el bullicio de los placeres impuros, primero tiene que colocar una malla en las ventanas de los órganos de los cinco sentidos. ¿En qué consiste esa malla, esa red? En orar por los difuntos, en recordar la respuesta que habremos de dar en el Juicio futuro, y en mantener siempre presentes los tormentos eternos. Estos aspectos conforman las “redes” que le ayudan al hombre a impedir que a la casa de su alma entren los placeres y los pecados.
También San Nilo el Asceta nos da testimonio de todo esto, al decir: “Aquellos que quieran guardar su mente pura como una iglesia, en primer lugar tienen que cercar sus sentidos con pensamientos referentes al Juicio Final. Esto impedirá la entrada de figuraciones impuras, de esas que buscan la manera de inmiscuirse en nuestro interior” (Filocalia).
(Traducido de: Arhimandritul Ilie Cleopa, Urcuș spre Înviere, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, 1992, p. 219)