Lo que significa confesar nuestra fe en Dios
Ver a Jesús es una felicidad que no se asemeja a ninguna alegría terrenal. Y esto sucede de vez en cuando y de generación en generación, para que entre los hombres no se extinga la certeza de la existencia de Dios.
Estar ciego y obtener, por obra de un milagro, un par de ojos, es una felicidad enorme en esta vida, una feliz liberación de la oscuridad. Es salir a la luz que hay afuera, en el mundo. Ser un hombre mortal y decidir dar testimonio de Dios a cualquier precio es una felicidad aún más grande, que te puede llevar a abrir los ojos de la fe para que se te pueda revelar Jesús, el Hijo de Dios, Quien está con nosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos.
Ver a Jesús es una felicidad que no se asemeja a ninguna alegría terrenal. Y esto sucede de vez en cuando y de generación en generación, para que entre los hombres no se extinga la certeza de la existencia de Dios.
La fe en Dios y la confesión de fe en Él es hacer que el alma salga de la oscuridad a la luz divina, es salir a la luz de la vida eterna. Y todo esto no es sino una sanación completa, que te transforma en un valiente misionero de Jesús.
(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Cuvinte vii, Ed. Charisma, Deva, 2006, p. 96)