El sentido de algunas de las oraciones que repetimos diariamente puede resultar incomprensible para nuestros hijos. Entonces, es bueno que sus plegaias sean breves, simples, compuestas especialmente para su edad. Las oraciones tienen que venir de lo profundo del alma y del corazón. Por esta razón, es importante explicar a los más pequeños el sentido, el significado de lo que estamos repitiendo al orar.

Generalmente, los niños poseen una asombrosa capacidad para entender la esencia de la oración, aunque muchas veces no puedan explicar su sentido. En algunas familias se acostumbra que los niños canten al hacer las oraciones de la mañana y de la noche. 

(Traducido de: Pr. Prof. Gleb Kaleda, Biserica din casă, traducere de Lucia Ciornea, Editura Sophia, București, 2006, p. 65)