Palabras de espiritualidad

Los niños pagan el precio por los malentendidos familiares

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

No tienes permitido engañar cuando amas. Hay hombres que viven con otra mujer, pero no les conviene divorciarse de su esposa. Los niños no les interesan, porque no se ocupan de ellos. Pero sí que les dejan una terrible herencia moral, porque al niño nadie más le enseña a expresarse, sino los padres. Luego, él hará lo que hoy ve y oye de sus padres. Todo lo que hace el padre, si golpea a su esposa, etc., quedará grabado en el pequeño y crecerá con ese trauma.

En primer lugar se trata de "vivir" el matrimonio; no se trata de un placer momentáneo que se termina, dando lugar a multitud de problemas y, finalmente, la separación. ¡Cuántos divorcios he conocido...! No tienes permitido engañar cuando amas. Hay hombres que viven con otra mujer, pero no les conviene divorciarse de su esposa. Los niños no les interesan, porque no se ocupan de ellos. Pero sí que les dejan una terrible herencia moral, porque al niño nadie más le enseña a expresarse, sino los padres. Luego, él hará lo que hoy ve y oye de sus padres. Todo lo que hace el padre, si golpea a su esposa, etc., quedará grabado en el pequeño y crecerá con ese trauma.

¿Por qué no construir un matrimonio para toda la vida, como los de nuestros antepasados? Si alguien me pidiera que defina en una sola palabra qué es "cultura", le respondería: "armonía". Si otro, más pretencioso, me pidiera lo mismo, pero sobre la palabra "Biblia", le respondería también: "armonía". Y si alguien más me pidiera definir el "matrimonio", también le diría: "armonía". ¿Qué dices? ¿Que el matrimonio no es "armonía"? ¿Acaso Dios creó a la mujer para que jugaras con ella?

(Traducido de: Arhimandrit Arsenie Papacioc, Despre armonia căsniciei, Editura Elena, Constanța, 2013, pp. 5-6)