Palabras de espiritualidad

Los padres como ejemplo para la formación espiritual de los niños

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¿Cómo pedirles que asistan con frecuencia a la iglesia, si ven que nosotros, sus padres, no lo hacemos?

Para enseñarles a nuestros hijos a permanecer atentos a lo que se lee y se canta en la iglesia, es importante que les preguntemos, al volver a casa, qué entendieron del Evangelio del día, del Apóstol, de la homilía. Y esto debemos practicarlo no sólo con nuestros hijos pequeños, sino también con los más grandes. Y, para que nuestro esfuerzo no sea inútil, sino que produzca incontables frutos, es necesario que nosotros mismos sirvamos de ejemplo a nuestros hijos. ¿Cómo pedirles que asistan con frecuencia a la iglesia, si ven que nosotros, sus padres, no lo hacemos? Para educar y formar a nuestros hijos en el sentimiento religioso, es importantísimo, además, que oremos cada día con ellos. Lo mínimo que se pide de una familia que se pretenda “cristiana”, es que todos sus miembros oren juntos al levantarse y antes de irse a dormir, así como antes y después de cada comida.

En los buenos tiempos de antes, los miembros de las familias cristianas oraban juntos con asiduidad, especialmente por la noche. A determinada hora, todos —papá, mamá, hijos, hijas y los sirvientes, si los había— se reunían en una habitación y, arrodillándose, oraban ante los íconos que había en la pared. Uno leía en voz alta el canon de oraciones, mientras los demás repetían sus palabras. Al terminar, cada uno se dirigía a su recámara y ya nadie salía de casa. ¡Qué bueno sería que ese hábito volviera a practicarse en cada hogar!

(Traducido de: Sfântul Vladimir, Mitropolitul Kievului, Despre educaţie, Editura Sophia, Bucureşti, 2006, pp. 98-99)