Los padres deben ayudar a sus hijos, aún desde pequeños, a que asuman sus propias responsabilidades. Debe ponérseles a hacer tareas simples en la casa, para que no esperen recibirlo todo listo. De lo contrario, van a tener que enfrentar muchos problemas cuando crezcan. Un constructor trabajaba duramente, mientras criaba también a sus hijos. Éstos, sin embargo, perdían todo el día paseándose por las calles del lugar. Con el tiempo fueron casándose uno a uno, pero nunca hicieron nada por sí mismos, ya que el padre los había acostumbrado a hacer todo por ellos. Cuando vino el momento en el que el aquel les advirtió que debían buscarse sus propias viviendas, los hijos le respondieron: “Pero, papá... Tú no nos dejaste hacer nada cuando éramos pequeños, ¿Pretendes que lo hagamos ahora que somos grandes y con tantas obligaciones?”.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschim. Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 121)