¡Tenemos que entender que la lucha contra los malos pensamientos es algo que no cesará mientras tengamos vida! ¡Pero es mejor luchar ahora! ¡Deja que el maligno haga su pelea! ¡Pero también tú lucha! ¿No quiere luchar? ¿Quieres dejar de tener malos pensamientos? ¡No es tan simple! Y si ese pensamiento se convierte en obsesión y estás a un paso de pecar, te puedes quemar. ¡Corre a buscar a tu padre espiritual y dile que estás dispuesto a renunciar al pecado!

Cuidado con los pensamientos: ¡todos los pecados empiezan con un pensamiento! No hay pecado que cometas, voluntariamente, sin el concurso de tu mente. Cada pecado entra, en primer lugar, por medio de la imaginación. San Isaías, en su libro “Las ventanas del alma”, dice que los oídos, los ojos y la mente traen la tentación al interior del hombre.

(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Spovedania, Taina împăcării, Editura Doxologia, Iași, 2013, p.42)