Palabras de espiritualidad

Los que rechazan los milagros y la fuerza de la oración

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¡Qué torpeza, qué egoísmo, pretender que las criaturas sean libres, pero el Creador no!

Quienes no aceptan los milagros de Dios, rechazan dos cosas. En primer lugar, la oración, porque es orando que pedimos la intervención de Dios, es decir, Su milagro en nuestras aflicciones y necesidades.

Si excluyéramos esta intervención, el milagro de Dios, todas las oraciones que se han elevado desde la creación del mundo carecerían de sentido, serían un disparate, algo absurdo.

En segundo lugar, excluyen la libertad de Dios en Su propio mundo. Los individuos son libres de inmiscuirse en las cosas de Dios, cambiando el curso de los ríos, amansando fieras, injertando árboles salvajes, etc., en tanto que Él no es libre de moverse y actuar en Su propio mundo… ¡Qué torpeza, qué egoísmo, pretender que las criaturas sean libres, pero el Creador no! ¿Es que los siervos, los sirvientes y los asalariados pueden hacer lo que les apetece en el jardín del Señor, en tanto que Él mismo no puede hacer nada?

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, 105 capete despre minuni, traducere de Preot Victor Manolache, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2011, pp. 27-28)