Mi responsabilidad como miembro de la Iglesia
¡Apresúrate a corregir lo que puedas, a enmendar tu forma de vida! Has tenido suficiente tiempo para ello.
Perteneces a la Iglesia de Dios o comunidad de creyentes en Cristo; esta Iglesia es el Único Cuerpo de Cristo, y Cristo-Dios es su Cabeza.
¿Eres acaso un digno miembro de esta comunidad? ¿Llevas una forma de vida santa? ¿Te arrepientes constantemente por tus faltas? ¿Buscas cómo corregir tu corazón y tu vida, tus pensamientos, tu actitud, tus sentimientos, intenciones y esperanzas, tu conducta entera?
¿Eres un miembro de la Iglesia vivo o uno muerto? ¿Te recibirán los santos, cuando pases de esta vida pasajera a la vida eterna? ¿O te rechazarán como a un miembro podrido, pestilente, indigno? ¿Es que irás a parar con aquellos que Dios aparte?
¡Apresúrate a corregir lo que puedas, a enmendar tu forma de vida! Has tenido suficiente tiempo para ello.
(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Liturghia: Cerul pe pământ. Cugetări mistice despre Biserică şi Cultul divin ortodox, Editura Deisis, Sibiu, 1996, p. 79)