Palabras de espiritualidad

¡No necesitamos hacernos tantas preguntas, en lo que respecta a la voluntad de Dios!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

En cierta ocasión, el venerable Antonio el Grande empezó a tener esa misma clase de pensamientos, pero escuchó una voz que le decía: “¡Hombre, no es asunto tuyo conocer los caminos del Señor! ¡Solo hazte humilde!”.

Muchos padecen de una cierta “preguntitis”, de un persistente espíritu inquisitivo. Todo el tiempo se la pasan lanzando preguntas a diestra y siniestra, tanto a sí mismos como a los demás: “¿Por qué?”, “¿Para qué?”, etc. En algún momento de mi vida, también yo tuve ese defecto. Pero cuando leí el artículo del obispo Ignacio, “Los caminos del Señor”, algo cambió en mi interior. Y entendí que no tenemos que desvivirnos tratando de reconocer los caminos, las formas del Señor.

En cierta ocasión, el venerable Antonio el Grande empezó a tener esa misma clase de pensamientos, pero escuchó una voz que le decía: “¡Hombre, no es asunto tuyo conocer los caminos del Señor! ¡Solo hazte humilde!”. El monje no tiene que organizar su vida sobre la base de su propio intelecto. Al contrario, debe seguir el camino de la obediencia. No hay nada más perjudicial para el monje, que estructurar su vida según sus propios juicios y criterios.

(Traducido de: Starețul Nicon de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2011, p. 225)