Palabras de espiritualidad

No solo lo carnal es pecado…

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

A menudo nos engañamos, considerando como pecado solamente la impureza carnal habitual en el mundo, mientras que a otros pecados más dañinos ni siquiera los tomamos en cuenta.

Los Santos Padres nos enseñan que cualquier desviación del bien es considerada pecado (pues incluso un niño pequeño puede experimentar ira y envidia). El Santo Profeta David se lamenta diciendo: “En pecado he sido concebido” (Salmos 50), ¿y nosotros, que hemos envejecido en el mal, decimos que no pecamos? ¿Acaso solo la lujuria carnal es pecado? Pero, en las Tablas de la Ley, ¿cuántos mandamientos nos dio Dios antes del séptimo (el que prohíbe el adulterio)? 

¿Y en las nueve Bienaventuranzas del Santo Evangelio, acaso el Señor bendice solo a los que son puros en el cuerpo? Ni siquiera lo menciona directamente, porque si no tienes el corazón puro, tampoco tu cuerpo lo estará, al igual que tu alma. Tenemos cientos de testimonios sobre esto y, sin embargo, a menudo nos engañamos, considerando como pecado solamente la impureza carnal común en el mundo, mientras que a otros pecados más dañinos ni siquiera los tomamos en cuenta. Pero ¿acaso solo el que tose está enfermo? ¿Cuántos hay que sufren de tuberculosis, de cáncer o de otras enfermedades internas? Si no tosen ni escupen, ¿quiere decir que no están enfermos?

(Traducido de: Sfântul Ioan Iacob de la Neamț - Hozevitul, Pentru cei cu sufletul nevoiaș ca mine...”, Editura Doxologia, Iași, 2010, p. 387)