Nuestra inconstancia...
Ama plenamente toda la sabiduría, para que el Espíritu de Dios habite en ti.
El que ama la justicia no perecerá, pero el que odie la corrección se perjudicará a sí mismo. Pues así como en un vaso de barro no es posible poner vino y vinagre a la vez, del mismo modo la virtud de la vida monástica no puede habitar junto con la falta de disciplina. Escucha al Apóstol, que dice: “¿Qué concordia hay entre Cristo y Satanás? ¿O qué comunión tiene la luz con las tinieblas?” (II Corintios 6, 14-15). Ama plenamente toda la sabiduría, para que el Espíritu de Dios habite en ti. Y aun después de que seas tenido por digno del hábito de la vida monástica, ni siquiera entonces consientas los pensamientos, si quieren separarte de la fraternidad, no sea que, desde tu juventud, aprendas a ser volátil e inconstante.
(Traducido de: Sfântul Efrem Sirul, Cuvinte și învățături vol. 2, Editura Bunavestire, Bacău, 2008, p. 98)
