Palabras de espiritualidad

Orar a Dios para que nos libre de la tentación

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Lo único que tenemos que pedir es no caer en la tentación, es decir, en el engaño.

El padre Sofronio conocía, por experiencia, quién es el demonio y cómo ataca con crueldad al hombre. Refiriéndose a los apetitos carnales, escribe: “Cuando el maligno nos embista, aprovechándose de nuestra naturaleza con el amor a la honra de los demás, con las cosas espirituales, pero a veces también con las del cuerpo, tenemos que postrarnos hasta el suelo e implorarle a Dios, como lo hiciera la piadosa María de Egipto, para que, por Su misericordia, nos conceda conocer el amor divino, en vez del amor a las cosas del cuerpo, el amor banal y humano, al que hemos renunciado por amor a Él. Sin embargo, no solamente en esos momentos tenemos que orar con esta intención, sino hasta el momento en el que desaparezca en nosotros cualquier deseo del amor carnal y la paz venga a morar en nuestra alma. Lo único que tenemos que pedir es no caer en la tentación, es decir, en el engaño”.

(Traducido de: Ierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul VlasieCunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 162)