Palabras para un cristiano que lucha
Sufre la injusticia, pero no seas tú injusto. Déjate golpear, pero no respondas a las provocaciones. Déjate criticar, pero tú no critiques. Cuando hagas todo esto, el Hijo de Dios, junto al Padre y al Espíritu Santo harán Su morada en tu alma.
Reconcíliate con ese que te perturba y te provoca tentaciones. Reconcíliate con él, con alegría. Ora por él, cada día. Intenta siempre hacerle el bien, darle prioridad y hablarle con amor. Y Dios obrará, arreglando las cosas. Entonces nuestro Cristo será glorificado, y el demonio, que pone todos los obstáculos, será apartado. Esfúerzate, principalmente, en dejar de criticar y mentir. Tu canon de penitencia es hacer una cuerda de postraciones diarias, orando por esa persona que te odia, para que Dios la ilumine hacia el arrepentimiento. Además, haz otras diez postraciones, durante un mes. Si aquella persona continua actuando en contra tuya, déjala hacer y ten paciencia. Sufre la injusticia, pero no seas tú injusto. Déjate golpear, pero no respondas a las provocaciones. Déjate criticar, pero tú no critiques. Cuando hagas todo esto, el Hijo de Dios, junto al Padre y al Espíritu Santo harán Su morada en tu alma. “Pelea en la buena guerra de la fe” (I Timoteo 6, 12), desentiéndete de todo lo que aquella persona haga en contra tuya, tal como Cristo ha soslayado tus mismos pecados.
(Traducido de: Comori duhovniceşti din Sfântul Munte Athos, culese din scrisorile şi omiliile Avvei Efrem, Editura Bunavestire, p. 226)