Palabras de espiritualidad

Para enfrentar las pruebas llenos de fe

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

La prueba que enfrentamos con alegría y doxología a Dios, nos es tomada en cuenta como martirio; ciertamente, nos hace participar de las coronas, al lado de los mártires”.

El sufrimiento es también un don que Dios nos envía. Por medio del sufrimiento nos compramos la eternidad. El sufrimiento representa el amor de Dios... Cuando suframos, digamos: “Te agradezco, Señor, porque, por medio de este sufrimiento, Tú pides algo más de mi parte, algo más fuerte, más santo”. Que el Señor nos conceda tener una mente más abierta y un pensamiento más receptivo, para que, en el sufrimiento y en las pruebas, no dejemos de repetir: “¡Te lo agradezco, Señor, te lo agradezco!”. Enfrentando así las cosas, el sufrimiento y sus cargas desaparecerán.

¿Es posible que el hombre espiritual se lamente en el sufrimiento? ¡De ninguna manera! Al contrario, dirá: “¡Gloria a Ti, Señor!”. En esos momentos de prueba, el hombre espiritual se edifica a sí mismo. Entonces, los demás, acercándose al que sufre, obtienen también un provecho espiritual. ¡Sí! En vez de consolar al enfermo, este los consuela a ellos. “La prueba que enfrentamos con alegría y doxología a Dios, nos es tomada en cuenta como martirio; ciertamente, nos hace participar de las coronas, al lado de los mártires”.

(Traducido de: Părintele Eusebiu Giannakakis, Să coborâm cerul în inimile noastre, Editura Doxologia, Iaşi,2014, p.17)