Palabras de espiritualidad

Partir de la contrición para llegar a la fe

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

La fe ayuda a las obras, y las obras perfeccionan la fe, porque, en tanto el hombre no pone en práctica eso en lo que cree, su fe no es verdadera. 

El camino a la fe es el de la contrición. ¿Qué dicen los que se arrepienten? “He pecado, no lo volveré a hacer. Dejaré de pecar, y viviré en conformidad con los mandamientos”. Ya que la contrición no cesa con la recepción de la fe, sino que, uniéndosele, se queda hasta el final, entendemos que también esa decisión —la de vivir según los mandamientos— permanece en vigor aun después de la recepción de la fe.

Por eso, el creyente, si ha venido a la fe por el camino correcto —es decir, el del arrepentimiento— se convierte en un devoto observante de los mandamientos y un riguroso practicante de las buenas obras. La fe le da el estímulo más poderoso para hacer todo eso. La fe también le da las fuerzas interiores necesarias, por medio de los sacramentos. De esta forma, la fe ayuda a las obras, y las obras perfeccionan la fe, porque, en tanto el hombre no pone en práctica eso en lo que cree, su fe no es verdadera. 

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Editura Sophia, București, 1999, pp. 11-12)