¿Permito que mi hijo pierda el tiempo frente al televisor?
Debemos ser conscientes de la importancia de la implicación de cada vez más factores sociales en la formación de los niños en un mundo basado en los valores, no solamente morales, sino también existenciales, culturales y espirituales de nuestra fe ortodoxa.
En nuestros días, somos testigos de muchos “milagros”, sea de la tecnología contemporánea, o de las extrañas reacciones de los seres humanos modernos. Un ejemplo edificador, es ese “prodigio” de la tecnología llamado “televisor”. Se habla mucho, en un contrasentido impresionante, de los efectos desastrosos —desde todos los puntos de vista posibles— de la exposición de los niños al televisor. Los resultados, sin embargo, parecieran contradecir el consenso: cada vez más niños se aletargan ante la pequeña pantalla, que sigue convirtiéndose en un compañero indispensable en la educación y el tiempo libre de los pequeños.
Creo que debemos ser conscientes de la importancia de la implicación de cada vez más factores sociales en la formación de los niños en un mundo basado en los valores, no solamente morales, sino también existenciales, culturales y espirituales de nuestra fe ortodoxa, en la perspectiva de asumir la responsabilidad que nos corresponde. Es decir, hacer algo concreto para modelar la personalidad de nuestros hijos en consonancia con los valores mencionados, en sintonía con los requerimientos de los tiempos que vivimos.
(Traducido de: Pr. Constantin Petrache, Luați copiii din fața televizorului!, Familia Ortodoxă, nr. 5, 2010, p. 47)