Palabras de espiritualidad

Por qué es mejor ser humildes…

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El hombre humilde prefiere permanecer inadvertido entre sus semejantes, pero a todos les es de provecho. Los aconseja y los ayuda, y por eso todos se alegran estando con él.

Lo mejor es que el hombre sea como una olla de arcilla, que es buena para todo y es utilizada cada día, tanto para preparar comida como para almacenar agua o cualquier otro alimento. Por el contrario, una olla de oro sirve solamente para pulirla y guardarla en una vitrina, bajo llave, y así evitar que alguien se la robe. Por esta misma razón, es utiizada muy raras veces.

La olla de arcilla es un utensilio de uso común, y todos la buscan para servirse de ella. Lo mismo es aplicable al hombre humilde, que no pretende ser encomiado ni busca alcanzar puestos de autoridad. Al contrario, prefiere permanecer inadvertido entre sus semejantes, pero a todos les es de provecho. Los aconseja y los ayuda, y por eso todos se alegran estando con él.

¡Qué gran don es la humildad, tanto en los monjes como en los laicos!

(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Părintele Paisie duhovnicul, Editura Trinitas, Iași, 1993, p. 38)