¿Por qué tarda Dios en responder a mis oraciones?
No importando cuántas oraciones elevemos al Señor, es posible que Él no permita que nos libremos de alguna de nuestras pasiones.
No importando cuántas oraciones elevemos al Señor, es posible que Él no permita que nos libremos de alguna de nuestras pasiones: “No nos entristezcamos si, pidiéndole algo al Señor, nos quedamos por un tiempo sin respuesta de parte Suya. El Señor quiere que todos los hombres se libren de sus iniquidades. Todos los que le piden algo a Dios y no lo reciben, deben saber que esto sucede, inevitablemente, por alguna de las siguientes razones: o han pedido algo antes del tiempo propicio, o existe el riesgo de que caigan en la soberbia si su petición es atendida, o es que podrían volverse ociosos si recibieran lo que han pedido”. (San Juan Climaco)
Además, en la historia de nuestra Iglesia podemos encontrar numerosos casos de hombres justos que, aún habiendo alcanzado un estado de pureza, le seguían pidiendo al Señor que les quitara esa bendición, para poder seguir luchando con el maligno: “San Efrén, después de haber vencido —con la gracia de Cristo— todas las pasiones físicas y espirituales, para no quedarse sin luchar y ser castigado ulteriormente por esto, pedía, con humildad, que se le eximiera de aquel don”. (San Pedro Damasceno)
La liberación total o parcial de iniquidades se refleja en la sanación del alma, mas la mente atormentada por los vivios es revigorizada y elevada a Dios. “La gozosa liberación de las pasiones (apatheia) alza la mente sufriente de la tierra al cielo, y al mendigo lo saca del fango de los vicios. Y el glorioso amor le pone junto a los principales del pueblo del Señor, los santos ángeles”. (San Juan Climaco)
(Traducido de: Mitropolit Hierotheos Vlachos, Psihoterapia ortodoxă: știința sfinților părinți, traducere de Irina Luminița Niculescu, Editura Învierea, Arhiepiscopia Timișoarei, 1998, pp. 357-358)