¿Por qué te desesperas, hermano? ¡Confía en Dios!
La Santa Escritura nos dice claramente que las aflicciones acercan al hombre a la salvación, si este no se rebela y no pierde la esperanza, sino que se arma con la paciencia, la humildad y una sólida fe en la voluntad de Dios.
«He recibido tu misiva sobre las aflicciones que estás enfrentando. Dices que estás dispuesto a tirar todo por la borda y salir huyendo. Ten paciencia, antes de esperar a que todo acabe, porque podría suceder que las cosas no salgan de acuerdo con tus planes. En vano piensas que las personas se desmoronan frente a sus tribulaciones. Al contrario, la Santa Escritura nos dice claramente que las aflicciones acercan al hombre a la salvación, si este no se rebela y no pierde la esperanza, sino que se arma con la paciencia, la humildad y una sólida fe en la voluntad de Dios. ¡Espera un poco más, y verás la forma que toman las cosas en tu vida! Ora con perseverancia a la Reina del Cielo, a San Nicolás y al Santo Mártir Foca. Sus poderosas oraciones te protegerán de los ataques del enemigo.
Sé paciente y acuérdate siempre de las palabras del Apóstol: “La aflicción trae paciencia; la paciencia, aptitud; la apitud, esperanza, y la esperanza no te abandonará”».
(Traducido de: Patericul de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 266)