Primero hay que conocernos a nosotros mismos
Translation and adaptation:
No hay ninguna solución, ningún puerto seguro, sino en la humildad. Digamos: “¡Señor, no desprecies un corazón contrito y humilde!”.
La causa del sufrimiento humano es el alejamiento que el hombre experimenta hacia sí mismo y los demás. ¡El autoconocimiento es un largo camino hacia ti mismo! Muchas veces he escuchado a algunas personas reprocharles a otras: “¿Qué voy a hacer contigo?”, pero jamás he oído a nadie decir: “¿Qué puedo hacer conmigo mismo?”.
No hay ninguna solución, ningún puerto seguro, sino en la humildad. Digamos: “¡Señor, no desprecies un corazón contrito y humilde!”.
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Scrisori către fiii mei duhovnicești, Mănăstirea Dervent, Constanța, 2000, p. 162)
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