“No hay carga tan pesada como la del pecado y la desobediencia” (San Juan Crisóstomo).

“La obediencia, como estado del corazón, es la única diferencia esencial entre la visión de las cosas del mundo y la de las cosas que están más allá de este mundo” (Rafael Noica).

“Creemos, como lo también lo hacían los Santos Padres, que, si el Señor Mismo no lo guía en el camino de la obediencia, el principiante no podría aprender nada de los demás, aunque tuviera frente a sí a los mismos Santos Apóstoles. Seguramente los recibiría a pedradas” (San Ignacio Brianchianinov).

“La obediencia es la muerte del orgullo y la resurrección de la humildad” (San Juan Climaco).

“La obediencia es la escalera más corta hacia el Cielo” (San Basilio el Grande).

“Aquel que no cumpla con los mandamientos de Cristo, que no crea que no ha renunciado a Él. Porque cualquier infracción a los mandamientos, cualquier acto de desobediencia es ya una negación de Cristo”(San Simeón el Nuevo Teólogo).

“Aquel que obedece a Cristo avanza hacia la luz”. (San Talasio de Libia)

“Dios nos pide cosas sencillas para vivir en la eternidad, pero nosotros somos lentos para obedecer”. (Agustín de Hipona).

(Traducido de: Viaţa în duh filocalic, Editată de Mănăstirea Pissiota, Bucureşti, 1999)