¿Qué es la salvación?
“La más espléndida promesa que Dios pudo hacerle al hombre es la vida eterna, no la existencia eterna”. Hierodiácono Basilio del Monasterio Bistrița.
Algunas personas no entienden esta palabra, “salvación”. ¿Qué es la salvación, padre, y por qué es tan importante?
—El Santo Apóstol Pablo dice: “Todos los hombres pecaron y fueron privados de la gloria de Dios”. El hombre fue creado para la gloria celestial. Cuando estaba en el Paraíso, antes de su caída, Adán tenía la gloria de Dios. Pero, por causa del pecado, perdió esa gloria, y todos nosotros también la perdimos. Pero Dios quiere restituírnosla de una forma aún más intensa de como la tenía Adán, antes de la caída. Nuestra restauración en Jesucristo nos alza a un nivel más alto que el nivel que tenía Adán.
Luego, “salvarse” significa volver a obtener la vida que Adán perdió. Ser salvo es matar la muerte que entró en el mundo y en el ser humano. El Santo Evangelista Juan dice: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo Único, para que quien crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna”. Y agrega: “Pues Dios no envió a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”. Si asociamos estos dos versículos, entenderemos que salvarse significa obtener la vida eterna.
La más espléndida promesa que Dios pudo hacerle al hombre es la vida eterna, no la existencia eterna. La existencia eterna es algo que tienen todos los hombres. Pero la vida eterna es algo que tienen solamente aquellos que, en el tiempo de esta vida terrenal, creen en Jesucristo con todo su corazón y con todo su anhelo, cumpliendo con fe, fidelidad y perseverancia Sus mandamientos.
Entonces, salvarse es tener la vida eterna, y tener la vida eterna es participar de la vida de Dios. Nosotros, los hombres, fuimos creados para la perpetuidad. Y Dios quiere compartirnos esa inmortalidad, es decir, quiere salvarnos.
En pocas palabras, la vida eterna es sinónimo de felicidad eterna.
—Se puede decir así también. “Yo he venido para que Mis ovejas tengan vida y la tengan en abundancia”, dijo nuestro Señor Jesucristo. ¿Y qué otra cosa puede significar la “vida en abundancia”, en el sentido utilizado por el Señor, sino ser feliz?