¿Qué hacer con los caprichos del niño?
Usualmente, los caprichos aparecen debido al mismo talante del niño y al comportamiento irreflexivo de sus padres. El niño cambia, se vuelve intranquilo, nos hace preguntas que rehúsamos responder.
¿Por qué los niños se vuelven caprichosos?
Usualmente, los caprichos aparecen debido al mismo talante del niño y al comportamiento irreflexivo de sus padres. El niño cambia, se vuelve intranquilo, nos hace preguntas que rehúsamos responder. Ha empezado a vestirse solo, pero nosotros lo apresuramos cuando lo hace. Hay caprichos característicos de determinadas edades, como el negativismo y la tozudez. Estos caprichos se manifiestan a los tres, cinco, siete y trece años. El nino no los puede controlar, aunque quiera y pueda comportarse de manera distinta. Y si crece ajeno a la Iglesia, esos cambios adquieren un tinte doloroso. Pero, si comulga con frecuencia y sus padres oran por él, atravesará más fácilmente esas crisis. En cualquier situación, lo importante es demostrar suficiente paciencia y amor. Intentaremos que el niño no salga corriendo, diciéndole “mejor haz esto y lo otro”. Si dejamos que haga lo que él quiera, más adelante se hará caprichoso y desobediente.
(Traducido de: Părintele Evgheni Şestun, Familia ortodoxă, Editura Sophia, Bucureşti, 2005, p. 121)