¿Qué hacer para recibir el don del amor?
El amor es un don de Dios, y viene a nosotros cuando somos pacientes en la aflicción, cuando permanecemos cerca de Él, cuando luchamos contra el pecado y las maldades, cuando intentamos renunciar a nosotros mismos y damos la razón a los demás, aunque estén equivocados. Recibimos el amor por medio de esos gestos con los que renunciamos a nuestro egoísmo y al orgullo. Y es que el amor es lo opuesto al orgullo.
Debemos saber que el amor es el último peldaño en nuestro camino a la plenitud moral y espiritual. Desde luego que el amor está presente en todos los peldaños de nuestra vida espiritual, pero éste no se puede imponer. No importa cuánto nos esforcemos, que el amor es un don de Dios, y viene a nosotros cuando somos pacientes en la aflicción, cuando permanecemos cerca de Él, cuando luchamos contra el pecado y las maldades, cuando intentamos renunciar a nosotros mismos y damos la razón a los demás, aunque estén equivocados.
Recibimos el amor por medio de esos gestos con los que renunciamos a nuestro egoísmo y al orgullo. Y es que el amor es lo opuesto al orgullo. De igual manera, el amor viene cuando intentamos hacernos humildes y renunciamos a nosotros mismos, a tener la razón, a imponer nuestra verdad... cuando permanecemos en la justicia y en la verdad. Porque, si somos egoístas, desde luego que no estamos en la justicia y en la verdad. Y, poco a poco, orando, pidiéndole a Dios que nos dé Su amor, recibimos el amor por nuestros semejantes.
No hay ningún método para ganar el amor; el amor se gana a través de un conjunto de condiciones y actos, fe y oración, la participación en los Sacramentos y en la Divina Liturgia.
¿Ven de cuántas cosas los libra el amor? Y éste crece y se fortalece, mientras más avanzamos espiritualmente, purificándonos de todo vicio.
(Traducido de: Duhovnici români în dialog cu tinerii, Editura Bizantină, București, pp. 176-177)