«Me preguntas si hay algun método para arrancar de raíz el sentimiento de ira. La ira es una de las tres partes del alma, que nos fue dada no para enfadarnos con nuestros semejantes, sino para que seamos fervorosos en nuestra lucha contra el pecado. Cuando nos enfurecemos contra nuestro semejante, estamos haciendo algo que no es natural para nuestro ser.

La ira en contra de nuestro semejante proviene de la soberbia. El Señor nos ordenó que aprendiéramos de Él, que es manso y humilde de corazón, para obtener el sosiego de nuestras almas (Mateo 11, 29). Para saber cómo oponerte a la ira, tienes que leer a San Juan Clímaco, en los niveles 8 y 24 de su Escala, además de los textos de San Juan Casiano. en la Filocalia, en lo que respecta a los ocho pensamientos viciados. Además, te recomiendo que leas al piadoso Nilo Sorski. Así las cosas, oponte (al pecado) y, si eres vencido, humíllate».

(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Sfaturi pentru mireni, Editura Sophia, București, 2011, p. 27)