¡Que venga todo lo que tenga que venir... con tal de obtener a Cristo!
¡Perdónenme! Yo sé lo que es útil para mí. ¡Recién ahora empiezo a ser un discípulo!
Quisiera que las fieras estuvieran ya ante mí, y oro para que así sea.
Y las voy a lisonjear, para que me coman pronto; no como temen algunos, que no se les acercan. Y si no quieren venir a mí, yo iré a ellas.
¡Perdónenme! Yo sé lo que es útil para mí. ¡Recién ahora empiezo a ser un discípulo! ¡Que ninguna criatura, visible o invisible, intente impedirme obtener a Cristo!
Que vengan sobre mí el fuego y la aflicción, las jaurías de fieras, para que me desgarren la carne, despedacen mi cuerpo, trituren mis huesos, separen mis miembros y machaquen mi cuerpo entero, junto con todas las maldades del demonio..
¡Que venga todo lo que tenga que venir... con tal de obtener a Cristo!
(Traducido de: Sfântul Ignatie Teoforul, Epistole (către romani), cap. V, 2-3, în PSB, vol. I, p. 211)