Palabras de espiritualidad

Reconoce y ama el niño que fuiste

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

Translation and adaptation:

Tu perdón y tu bendición no son una indagación masoquista del pasado, sino un vivir en la Gracia el futuro, que es posible solamente en Dios.

Cuando eliges dejar de huir de ti mismo, negando el sufrimiento del niño que fuiste, y dejas de buscar compensaciones en quién sabe que clase de dependencias, y también dejas de “vengarte” con cualquier “chivo expiatorio”, inocente de tu sufrimiento pasado, todo cambia en tu vida. Y uno de las primeras transformaciones, la más “abrumadora”, recibe el nombre de “coraje”, una gran libertad para ese niño de acercarse a ti y a lo que hoy eres.

El niño rechazado, negado y abusado —incluso por ti, por la forma en que te referías a él—, viene hoy a buscarte, viene a tu conciencia, porque confía en que será amado y no vengado... que será consolado, no recompensado. ¡Confía en que será ayudado a recobrar a sus padres y a amarles tal como siempre lo anheló su corazoncito!

Tu perdón y tu bendición no son una indagación masoquista del pasado, sino un vivir en la Gracia el futuro, que es posible solamente en Dios, un futuro en el cual tú y tus padres serán uno en el amor de Dios. Tu perdón es el nacimiento de todos en ese amor. Si nadie se atreve a renunciar a sí mismo, para poder obrar con el Señor ese “nacimiento”, aquel futuro será “lo que quiera nuestra voluntad” (como dice el padre Rafael Noica), es decir, un “crujir de dientes”, por causa de nuestra injusticia sufrida como víctima o agresor... ¡Que no sea así!

(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Scrisori către părinți, Editura Doxologia, p. 136-137)