¡Recordemos que siempre estamos en presencia del Señor!
En verdad, el Señor lo ve todo y mora en el corazón del hombre. El Rey de la Gloria habita en Sus criaturas y en Sus hijos.
Además de mantener la paz de tu corazón, tienes que perseverar también en la forma en que te presentas ante Dios. ¿Qué significa esto? Significa recordar siempre que el Señor nos ve. En Él tenemos que pensar al despertarnos, al irnos a dormir, al trabajar, al comer, al caminar… El Señor está en todas partes y en todo lo que nos rodea. El poder del Señor es el que sostiene la vida de toda criatura, el que establece el orden que rige el universo, el que da belleza a todo lo creado. En verdad, el Señor lo ve todo y mora en el corazón del hombre. El Rey de la Gloria habita en Sus criaturas y en Sus hijos.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 10)