Saber discernir la presencia de la Gracia
Algunas veces, la Gracia viene a cubrirnos y nos lleva a conocer Sus riquezas ocultas, pero después nos abandona...
«Esos sentimientos de aligeramiento que me cuentas has experimentado son muy peligrosos, porque podrían engañarte y oscurecerte la mente. Y aunque provinieran con certeza de la Gracia, no te dejes dominar por ellos, sino que, valiéndote de la humildad, mejor considérate indigna de ellos. Algunas veces, la Gracia viene a cubrirnos y nos lleva a conocer Sus riquezas ocultas, pero después nos abandona, aunque manteniéndose siempre a nuestro lado. Lo que nos queda a nosotros, quienes añoramos esa Gracia, es procurar purificarnos de toda pasión, para no anhelar en vano alcanzar semejante don...».
(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Filocalia de la Optina, Editura Egumeniţa, Galaţi, 2009, p. 27)