Palabras de espiritualidad

San Isaac el Sirio sobre la lectura verdaderamente provechosa

  • Foto: Valentina Birgaoanu

    Foto: Valentina Birgaoanu

Dejemos que sean otros, los verdaderamente sanos, quienes lean todo ese tipo de cosas. Nosotros, que estamos enfermos, mejor utilicemos los medicamentos y todo aquello que nos fuera legado para librarnos de nuestras pasiones.

Sírvete de lo que lees: no de eso que haga de ti un intelectual, sino de aquello que mate tus pasiones y te muestre el camino que lleva a Dios, que te alce hacia esa luz que pretende tu solitaria existencia.

Se trata de esas lecturas que no se expresan confusamente y que no contienen elementos que podrían dañar o perturbar tu meditación espiritual sobre lo eterno. No leas libros que están escritos de cualquier forma, ni esos otros que se dirigen, sin distinción, tanto a ti como a los demás, ni aquellos que te forman haciendo diferencias, ni textos que te enseñan solamente cómo adquirir destreza en la oratoria, ni los que están exclusivamente vinculados a la sabiduría del mundo, ni lo que pretenda analizar las disputas y controversias que hubo en la historia de la Iglesia, ni las leyes y asuntos de los reyes, ni sus empresas y victorias, ni obras polémicas, ni acusaciones o exculpaciones de una u otra parte.

Dejemos que sean otros, los verdaderamente sanos, quienes lean todo ese tipo de cosas. Nosotros, que estamos enfermos, mejor utilicemos los medicamentos y todo aquello que nos fuera legado para librarnos de nuestras pasiones: las vidas de los santos y de aquellos que vivieron en soledad; los relatos de las revelaciones y enseñanzas recibidas por parte de Dios sobre el orden de esta vida, sobre las luchas que debieron enfrentar para guiar a quienes seguirían sus pasos, así como sobre sus victorias y derrotas, sus caídas y sus vueltas al combate.

Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte către singuratici despre viaţa duhului, taine dumnezeieşti, pronie şi judecată, Deisis, Sibiu, 2003.