Querida Madre T.

¡En verdad creo que no lo estás pasando bien! Entonces, ten cuidado de no perturbarte demasiado. El peso de las tentaciones no es sencillo para nadie. Dice San Isaac el Sirio: “¿A quién no le parece difícil el tiempo, cuando en él se embriaga el hombre con el veneno de las tentaciones?”. Por eso, te recomiendo: ¡grita, grita y grita, pero también calla! ¡Todo pasa! ¡Todo pasa y también queda en el olvido! Y el fruto de estos sufrimientos crece, madura y se embellece. ¡Y qué dulce es! ¡Qué aroma tan agradable! ¡Cómo brilla, con todos los colores del arcoiris, con la belleza de todas las piedras preciosas! Cada gota de sudor, cada suspiro será recompensado enormemente por nuestro Señor Jesucristo. Entonces, sé paciente, por Él. ¡Y que tu corazón se haga fuerte! Que alcances la salvación... ¡la paz esté contigo!

Hieromonje Anatolio, 4 de enero de 1881

(Traducido de: Stareţul Anatolie de la Optina, Editura Doxologia, p. 169)