Sobre la entonación de cánticos religiosos por parte de los laicos
Los pensamientos buenos y las buenas motivaciones engendran una sana disposición espiritual, mucho mejor que la que ofrecen los cantos seglares.
Cantar himnos y poemas espirituales no es pecado. De hecho, es algo bueno para los laicos. Los pensamientos buenos y las buenas motivaciones engendran una sana disposición espiritual, mucho mejor que la que ofrecen los cantos seglares. En el caso de los monjes, no es recomendable que canten himnos, porque terminarían distrayéndose de la oración. ¿Es que hay algún himno que pueda compararse con la “Oración de Jesús”? Esta oración supera cualquier cosa: es la alegría más excelsa y, a la vez, un gran consuelo espiritual. Todo lo demás no hace sino impedier que oremos como es debido.
(Traducido de: Starețul Nicon de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 219)