Palabras de espiritualidad

Te has confesado: ¡a partir de hoy no vuelvas a pecar!

    • Foto: Valentina Birgaoanu

      Foto: Valentina Birgaoanu

A partir de este momento debes intentar luchar toda tu vida, para no volver a pecar.

1. “A partir de hoy dejarás de pecar”, le dijo Cristo al paralítico (Juan 5, 14). Lo mismo le dijo a la mujer adúltera: “En adelante no vuelvas a pecar” (Juan 8,11). Las mismas palabras son válidas para ti, después de haberte confesado. A partir de este momento debes intentar luchar toda tu vida, para no volver a pecar. “¡Es la primera vez que hago algo así, padre!”, le dijo un joven a su confesor. “¿Y qué? ¿Quieres volverlo a hacer? ¡No vuelvas a decir semejante insensatez, hijo mío!”, le respondió el sacerdote.

2. Hasta hoy has pecado; a partir de hoy deberás sustituir tus malas acciones con otras buenas: “Apártate del mal y haz el bien” (Salmos 34, 15). “Señor, ¿puedes ver que mis manos están limpias de pecados?”, le dijo un alma a Dios. “Están limpias... ¡pero vacías!”, respondió el Señor.

3. “El ayuno es el principio de la contrición. Comienzas a arrepentirte justo cuando empiezas ayunar, porque sin ayuno tu contrición está muerta”. Con tus placeres has entristecido a Dios, y ahora deberás alegrarlo con tu esfuerzo al ayunar (y al orar con perseverancia). “Conoce, pues, que orando y ayunando puedes conmover a Dios" (oficio de la pequeña Schema). Por eso, también la esencia del canon (de penitencia) es el ayuno y la oración (Cánones 6 y 7 de San Juan el Ayunador).

(Traducido de: Arhimandrit Vasilios Bacoianis, Duhovnicul și spovedania, traducere din lb. greacă de pr. Victor Manolache, Editura de Suflet, București, 2012, pp. 47-48)