Todas las cosas suceden de acuerdo al orden establecido por Dios
¿A quién pertenecen esos preceptos por los cuales comemos y bebemos para calmar el hambre y la sed, para que podamos vivir? ¿Quién dispuso que nuestro cuerpo contenga la sangre, necesaria para nuestra existencia?
¿Quién dispuso la forma en que se realiza la concepción, el desarrollo y crecimiento del cuerpo humano en el vientre materno, su maduración y alumbramiento como organismo humano completo? ¿A quién pertenecen esos preceptos por los cuales comemos y bebemos para calmar el hambre y la sed, para que podamos vivir? ¿Quién diseñó y creó tan maravillosa y vasta variedad de frutos, deliciosos al paladar y bellos a la vista, que con sabiduría y un fino gusto han sido preparados para nuestra nutrición y desarrollo?
¿Quién dispuso que nuestro cuerpo contenga sangre, necesaria para nuestra existencia? ¿Acaso no fue el Grandísimo Sabio y Artista, Perfectísimo y Eterno, nuestro Todopoderoso Señor y Dios?
Entonces, arrójate al suelo, agradece y humíllate frente a Él. ¡Ámalo, pero también teme no hacer Su voluntad y no someterte a Él! Amén.
(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Spicul viu, Editura Sophia, București, 2009, pp. 11-12)